Bienvenido a los estudios Elaionas
Esperamos que su estancia aquí es como lo ha previsto, agradable y con muchos momentos de relax.
En las siguientes páginas podrá encontrar información acerca de lugares que puede visitar para la esparcimiento y el turismo, junto con los datos históricos, información general, mapas, teléfonos útiles, etc
Por nuestra parte deseamos que tengan una estancia feliz y esperamos que esta guía de viaje vuelve a ser útil.
Con elogios
El director de Estudios Elaionas
Señor Evangelos Stavropoulos
Gytheio
En la entrada a la península de Mani se encuentra Githio. Según cuenta la leyenda, la ciudad fue fundada por Apolo y Heracles en señal de reconciliación tras una disputa mantenida por el trípode que Heracles había intentado llevarse de Delfos, santuario del dios Apolo, para instituir su propio oráculo. En la antigüedad, Githio era el puerto de Esparta, si bien en la actualidad ha perdido esa importancia comercial.
Hoy en día es una bonita villa marinera que nos abre las puertas a la región de Mani. Podemos sentarnos en alguna de sus múltiples tabernas a degustar los pescados de la zona mientras contemplamos la puesta de sol. Algo tiene de mágico Githio. La misma mitología lo corrobora, ya que fue en el islote de Marathonisi (antiguamente llamado Cranae) donde Helena y Paris, cuya historia de amor desencadenó la guerra de Troya, pasaron su primera noche juntos tras huir de Esparta. Allí levantaron un altar en honor a Afrodita para celebrar la ocasión. En sus costas, y a poca distancia, encontraremos una magnífica y gran playa arenosa, cuya peculiaridad es que un gran barco toma allí el sol como si de un turista más se tratase.
En Gytheio hay un montón de tabernas tradicionales, pero también modernos cafés y restaurantes.
Teléfonos útiles
Gythio
Puesta del sol mágica en Gytheio
Cranae Isla
La torre de la familia Tzanetakis en Kranai Isla
Navagio – Karavi Playa, Selinitsa
Mystras
Mistrá (Myzithrás en la Crónica de Morea) fue una ciudad fortificada en Morea (Peloponeso) sobre el monte Taigeto, cerca de la antigua Esparta, en Grecia. Se encuentra a unos 8 km al oeste de la actual ciudad de Sparti (Esparta).
Mistrá fue la capital del Despotado latino de Morea, un principado vasallo del Principado latino de Acaya, establecido en 1205 tras la conquista de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada. El príncipe Guillermo II de Villehardouin, sobrino del historiador de la Cuarta Cruzada Godofredo de Villehardouin, construyó un palacio en Mistrá en 1249.
El Despotado latino fue reconquistado por Miguel VIII Paleólogo en 1262, tras tomar Constantinopla en 1261, cuando Juan Paleólogo, hermano de Miguel, pidió rescate por Guillermo a los demás príncipes latinos. Siguió siendo la capital del Despotado de Morea, gobernada por familiares del emperador bizantino, aunque los venecianos mantuvieron el control de la costa y las islas adyacentes. Mistrá y el resto de Morea llegaron a ser bastante ricas a partir de 1261, en comparación con el resto del Imperio. Bajo el gobierno del déspota Teodoro, se convirtió en la segunda ciudad más importante del Imperio, tras Constantinopla, y el palacio de Guillermo II pasó a ser la segunda residencia imperial.
El último emperador bizantino, Constantino XI, fue déspota en Mistrá antes de acceder al trono
En 1989, las ruinas (de la fortaleza, palacio, iglesias y monasterios) fueron declaradas por
la Unesco Patrimonio de la Humanidad
Estatua de Constantino XI Paleólogo emperador del Imperio Bizantino en Mystras
San Demetrio Agios Dimitrios (Catedral de Mystras), construido en 1310 con esculturas excepcionales y frescos. En el patio de la iglesia es la mansión Metropolitana, hoy el Museo de Mistra.
En St . Demetrio, Constantino XI Paleólogo fue coronado como el último emperador del Imperio Bizantino. En el centro de la fotografía se puede ver el lugar de la coronación.
El palacio del emperador Constantino, incluidos totalmente restaurada la sala del trono, y abrir a la visita.
El monasterio de Pantanassa ( monasterio femenino), construida en 1428 en el que la iglesia es el monumento mejor conservado. Allí se encuentran las tumbas de soltera, Malatesta Cleopa y de Teodora, esposa del emperador Constantino.
La Acrópolis de Mystras construidas en el terreno más alto era un castillo inexpugnable en la que el residente pueda recurrir en caso de un ataque.
Teléfonos de interés
Sparta ( el capital ) Mystras
• Policía Turística (+30) 27310-20492 • Población: (+30) 27310-22226, 81866
• Policía (+30) 27310-82229 • Policía: (+30) 27310-83 315
• Bus agencia (+30) 27310-26485 • Sitio arqueológico – Museo :
• Hospital (30) 27310-28671 (+30) 27310-83377
Monemvasia
En el brazo oriental se encuentra Monemvasia (Monemvassia), la otra gran ciudad bizantina del Peloponeso. Hay quien la ha bautizado como el “Gibraltar” griego, dada su ubicación en un peñón que se interna en el mar. También podría ser comparada con la ciudad croata de Dubrovnik, donde las casas de tejados rojos se parapetan tras una muralla medieval. Pero lo cierto es que Monemvasia tiene su propia identidad.
Se encuentra emplazada sobre un promontorio que se eleva a 350 metros sobre el mar. A la ventaja estratégica que le aportaba estar situada sobre tal enclave geográfico hay que añadir el hecho de que la ciudad estuviera fuertemente fortificada. Llegó a contar con una población de unos 50.000 habitantes en su época de mayor esplendor, prosperando gracias a ser un punto de gran interés comercial entre las rutas marítimas que iban del Mar Negro a Italia, pasando por el Egeo, si bien perdió todo interés económico al abrirse el canal de Corinto.
Contaba con unas enormes cisternas que le proporcionaban el suministro de agua necesario, pero el hecho de que estuviera construida sobre roca caliza hacía difícil el llevar a cabo labores de cultivo, con lo que la ciudad se rendía ante un asedio prolongado. Hoy en día, el único asedio que la ciudad sufre es el de los turistas, mucho más benévolo que los perpetrados en siglos anteriores. Gracias a ello, la ciudad se mantiene muy cuidada, siendo uno de los destinos favoritos escogidos por los griegos para pasar un fin de semana. Pero, en realidad, el reloj de esta mágica villa no atiende a días ni a semanas. Las horas pasarán al ritmo que marque la piedra. Y es que uno pierde la conciencia del tiempo cuando deambula por el laberinto de túneles, calles y callejones que se mezclan entre sí, formando la parte baja de la villa.
Monemvasia está compuesto por dos asentamientos Gefira (Puente) y Kastro (castillo).
Gefira (Puente)
Cada rincón nos ofrece un detalle ante el que merece la pena detenerse. Tras cada esquina hay algo nuevo que descubrir. Flanqueamos la gran puerta occidental y encontramos la casa que vio nacer a Ioannis Ritsos (1909-1990), uno de los poetas griegos más importantes de la era moderna. Y así, el empedrado de las calles seguirá siendo devorado por nuestros pasos. Unos pilares de piedra forman la escalera que asciende hasta la parte alta, la más vieja de la ciudad. Ésta se encuentra hoy prácticamente en ruinas, pero merece la pena conocer la iglesia de Agia Sofia, que se asoma desafiante sobre el acantilado. Un lugar desde el que se tienen unas magníficas vistas de Morea. Un lugar desde el que contemplamos la grandeza del mar Egeo.
Monemvasia – Kastro (Castillo)
Teléfonos útiles
La Cueva de Diros (Glifada)
Una de las visitas mas populares en el Peloponeso es la Cueva Diros. La cueva está realmente muy cerca de Limenio, a pocos minutos en coche, y lo mejor es acercarse en la mañana ya que hay un poco menos de gente y es fácil estacionar el coche. Compramos el billete en la taquilla y descendemos la colina rumbo a la entrada de esta famosa y bella cueva natural.
Hay que hacer cola para entrar pero una vez que comprueban la veracidad de los billetes el ingreso está asegurado y nos colocarán unas chaquetas salvavidas antes de meternos en el bote de madera que tienen capacidad para llevar entre 8 y 10 personas. Hay que quedarse sentado y no extender los brazos fuera del bote y entonces sí, después de la breve instrucción comienza el tour.
La cueva Diros es un sitio mágico. No hay dudas. Un río subterráneo es responsable de las aguas cristalinas por als que navegamos y veremos estalactitas y estalagmitas de distintos tamaños y formas. Hay luces halógenas colocadas aquí y allá para que podamos maravillarnos de las fuerzas de la natrualeza y cuando el viaje termina y quedamos maravillados es imposible no preguntarse qué puede sucederle a la cueva Diros con tanto turista todos los días.
La Cueva de Diros
La mayor parte de la gira son en barco. Horario: de martes a domingo 09:00-15:00, Lunes cerrado.
Oitilo
Oitilou concentra las mayores riquezas naturales y monumentales de Mani, como 67 de las
98 aglomeraciones de casas de piedra que hay en la península, 118 en total en todo el Peloponeso; tres castillos bizantinos, las torres, centinelas de la libertad, un paraíso botánico y refugio de vida silvestre y aves migratorias, playas de arena limpia y delicias gastronómicas como la miel, hierbas, aceite de oliva, aceitunas y pan sin levadura.
Oitilo
En 1700 la flota del almirante ruso Alexei Grigorievich Orlov ancló en Oitilo y junto con la familia Mavromichalaioi y el resto de Maniots comenzó la rebelión de 1700 (Orlofika). En el monasterio de Dekoulou o Thekoulou se firmó el tratado correspondiente.
El ruso Almirante Alexei Grigorievich Orlov
Vale la pena mencionar son las iglesias de San . George , la iglesia del Salvador , Iglesia de la Asunción de la Santa María. Iglesia de Taxiarches y el Monasterio Ntekoulou con los frescos más bien conservados.
Ntekoulou Monasterio
Limeni
En esta entrada nos concentramos en otro rincón que tal vez no lleguen a recomendar lo suficiente en un puesto de promoción turística, o en una guía, porque apenas es un puñado de casas, pero todo junto a un mar tan cristalino que parece una piscina natural.
El nombre del lugar es Limeni, unos 20 kilómetros al sudoeste de Gytheio, y a unos pasos de el pequeño pueblo de Areopoli, en la costa oeste de la península de Mani, Laconia. Tan sólo es una línea de casas junto al mar, pero un mar que resume la belleza que podríamos esperar (como mínimo) en Grecia.
Las construcciones se ve con el estilo y tipo de construcción característica de las poblaciones
griegas, y aquí solo prevalece la tranquilidad. Pero nada mejor que en fotos para apreciar la insignificancia y belleza (inmensa) del lugar:
Limeni
La torre del castillo de la familia Mavromichalis (Mpenakeio Museo)
Areopoli
Areópolis, antiguo centro comercial de Mani y un verdadero museo al aire libre. La ciudad conserva su aire antiguo, sus casas de piedra bordeando estrechas calles, y su espíritu rebelde ya que aquí se alzó, en 1821, Comenzó la liberación de Grecia
Areopoli
Para conocer la ciudad antigua debemos dirigirnos hacia el oeste; también veremos aquí las antiguas torres y las casas de las familias poderosas. Los entusiastas del turismo religioso se sentirán a gusto: en la plaza 17 de Marzo de 1821 se encuentra la Taxiarches, Metrópolis de Areopolis, con impresionantes esculturas decorativas y un mural en relieve que es actualmente el símbolo de la ciudad.
Otras iglesias más pequeñas son la espartana Agia Triada, construida antes del siglo XVII, y la de
Santo Domingo y San Pedro, en la ciudad vieja. La de Agios Yannis alberga extraordinarios frescos de los siglos XVIII y XIX, la de Agios Nikolaos se destaca por su cúpula de madera, y sorprende el doble templo dedicado a la Virgen María y San Charalambous, con frescos de 1869 y un interesante campanario.
La iglesia de Taxiarches
Representación de la revolución griega
Teléfonos útiles
Stoupa
La ciudad Stoupa, por detrás de unos picos rocosos que pertenecen a la cordillera Taygetos. La montaña más alta de este conjunto montañoso alcanza los 1400 metros de altitud. Escondida aquí está Stoupa, mirando a la bahía y protegida por sus aguas turquesas. La ciudad es dueña de unas playas estupendas, el perfil urbano es blanco, de edificios bajos, todos mirando al mar.
La playa principal de Stoupa es de arenas doradas y suaves, mansa por la protección de la bahía, con tumbonas y sombrillas coloridas y un malecón repleto de bares, restaurantes y cafeterías. Si quieres algo más tranquilo solo caminas diez minutos rumbo norte y te topas con la playita de Kalogria, en una cala escondida con palmeras y tamarindos y apenas dos o tres tabernas. Para mas soledad todavía caminas diez minutos más, siempre rumbo norte, y llegas a la playa Delfinia, con forma de medialuna y guijarros, protegida por un campo de olivos. Estas dos últimas playas son muy buenas para hacer snorkel también.
Playa de Stoupa
Kardamili
Kardamili es uno de los pueblos más importantes, centro turístico casi secreto y puerto pesquero del Golfo de Mesenia, al sudoeste del Peloponeso. Mesenia era un estado de la región, separado de Laconia por el monte Taigeto; la costa, por el lado sur, formaba la bahía del mismo nombre, que actualmente presenta preciosos lugares para tomar sol, bañarse y disfrutar del contacto con la naturaleza en un entorno solitario, sobre todo a lo largo de la costa oriental.
Podemos recorrer esta franja costera a través de una carretera que a veces corta los contrafuertes del macizo del Taigeto, ofreciendo infinidad de hermosas vistas de la costa y el golfo, y permitiéndonos descubrir variados paisajes, como los del Mani, hacia el sur, con antiguos olivares quizás abandonados, y zonas de cultivos hacia el norte, alternadas con colinas aterrazadas y bosquecitos de pinos.
Allí, en la bahía, se encuentra Kardamili, con su puerto pesquero llamado Limanaki y custodiada por una muralla medieval y el bello campanario de Agios Spiridonas, del siglo XIII, en la desembocadura de un torrente a lo largo del cual se suceden iglesias y antiguas mansiones. Cuenta con bellezas naturales como las magníficas gargantas de Viros, un cañón encajonado en el bosque de Vassilikis que desemboca en el mar.
Vista panorámica de Kardamili
Kardamili Playa
Mani
Torres tradicionales de Mani
En el segundo brazo de tierra del Peloponeso que se interna en el mar, se encuentra la región de Mani, dividida en Exo Mani (Mani Exterior) y Mesa Mani (Mani Interior). Es ésta una tierra dura, áspera, donde la vegetación va desapareciendo conforme viajamos al sur de la península, hasta reducirse únicamente a los resistentes olivos y chumberas.
Historia
Un paraje de roca y mar donde las serpientes campan a sus anchas por los caminos en los calurosos días de verano. Un doble paisaje en el que lo árido de la tierra contrasta con las aguas marinas que baten en las costas. Hoy Mani aparece como un lugar semi despoblado, pero llegó a tener una gran relevancia histórica durante los siglos XIII al XV, con la llegada de los nobles exiliados de Bizancio. Éstos se organizaron en clanes y construyeron las casas torre, tan características de la zona.
Las enemistades entre clanes abundaban y la región llegó a vivir un momento de guerras intestinas durante el que las familias se desangraban, matándose las unas a las otras, ante la mirada satisfecha de los otomanos, quienes alentaban estos odios para evitar sublevaciones. Pero en 1821 los clanes decidieron unirse bajo el mando de Petros Mavromijalis
para luchar por la independencia de Grecia, liberando la cercana ciudad de Kalamata el 23 de marzo de ese mismo año.
La bandera de Mani
Realizar un recorrido por Mani es adentrarse en un túnel del tiempo que nos traslada a otro mundo. Un mundo que, al igual que se ha resistido a toda dominación extranjera a lo largo de su historia, aún hoy mantiene su identidad intacta frente a los modernos compases que marca nuestra era.
Aquí y allá surgen pueblos en este estrecho pedazo de tierra griega. Pueblos erizados de torres, que parecen decirnos que el tiempo solo pasa para los hombres. Pueblos como el de Areópoli, que fue la casa del clan de los Mavromijalis, en el que podemos destacar las iglesias de Taxiárjis y la de Ágios Ioánnis; Lagia, famoso por sus canteras de mármol púrpura; Kardamili, dividido en una parte interior y otra costera y que cuenta con una factoría tradicional de aceite de oliva; Flomojori, cuyas torres son las más altas de la región; Kita, que fuera una de las villas más fuertemente fortificada durante la época de plenitud de la zona; Nea Ítilo; Langada; Stoupa; Kotronas; Y otros muchos pueblos, hasta llegar a Vathia, el más característico de la región, con sus tejados a dos aguas cubriendo las casas levantadas en un promontorio sobre el mar.
Mapa de Mani
Mapa de Grecia